martes, 26 de abril de 2011

PROCESOS PSICOLÓGICOS DE ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE- ABP


APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS – Grupo 7

En los 60 McNeill, afirma que a partir de los 18 meses, cuando el niño dice una palabra, ésta contiene un significado más completo, es decir, contiene una frase implícita, esto es lo que McNeill denomina holofrase.
            Los niños comprenden mucho más de lo que son capaces de producir. Esto puede ser la causa de que Juan se refiera a todas las cosas con un número pequeño de palabras. En él no hay todavía suficiente vocabulario para expresar lo que quiere decir, pero lo comprende todo.
            A esta edad, se produce la “explosión del léxico” que consiste en que los niños son capaces de producir tan solo unas 10 palabras de cincuenta que han conseguido comprender, pues todavía tienen muchas dificultades expresivas que le impiden hacer emisiones más largas. Estas dificultades están relacionadas con la maduración de los órganos fonológicos.
            Según las etapas que plantea Nelson, Juan se encuentra en la etapa de los símbolos léxicos, la cual, se encuentra entre los 16-24 meses y consiste en la emisión de palabras y en el descubrimiento de su nombre.
            Cuando los niños acceden a las primeras palabras, llevan a cabo unos procesos que les permitan construir estrategias. Durante estos procesos se pueden dar una serie de errores, pero que en realidad simplemente son procesos de adquisición del aprendizaje correcto.
            Algunas de las estrategias en la expresión semántica que utilizan los niños son la subextensión y la sobreextensión. En este caso, Juan no parece tener problema de subextensión, pero por el contrario, referido a la subextensión o generalización (que consiste en ampliar el campo semántico de una palabra para referirse a varios objetos en el mundo del adulto), Juan llama a todos los animales de cuatro patas “guau”. Este es un proceso muy frecuente en la producción de los niños entre 12-18 meses.
            Otra de las estrategias que Juan utiliza en el desarrollo  fonético, son las que sus padres han observado recientemente; los niños utilizan estas estrategias para imitar el lenguaje de los adultos. Una de estas estrategias es la evitación. Esta consiste en no producir algunas palabras porque tienen sonidos con dificultad; como en el caso de Juan, que al querer referirse a “perro” lo sustituyo por “guau”.
            Esto puede deberse a que el fonema /r/ doble, es uno de los últimos en adquirir y uno de los más difíciles de pronunciar.
            Otra estrategia, es la sustitución de unos fonemas por otros, o el proceso de asimilación. Este proceso consiste en cambiar un sonido por otro que está en la palabra, por ejemplo, cuando Juan cambia “pelota” por “tota”, ya que el fonema /l/ es una líquida lateral y se aprende con mayor dificultad.
            A raíz del comportamiento de los niños en estas primeras etapas de adquisición del lenguaje, por las características que se han desarrollado en el texto, los padres pueden pensar que su hijo tenga dificultades articulatorias. Esto no tiene porque ser así, no obstante, si es cierto, que es fundamental en el desarrollo lingüístico que los padres apoyen al niño en sus emisiones, hablan mucho con él y le ofrezcan retroalimentación en todo momento.
            Sería bueno, que con cada emisión, los padres le respondieran con una frase completa que el niño les quiera decir, para que poco a poco consiga superar sus dificultades. Estos es fundamental que sea labor de los padres, o de las personas que pasen más tiempo con el niño, pues estas primeras emisiones solo son reconocidas por las personas que está más familiarizadas con él.

-           Texto dirigido a alumnos de primero de grado de logopedia.



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